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Tumores de células germinales

Los tumores de células germinales se desarrollan cuando dichas células crecen de manera anormal o se alojan en partes del cuerpo para las cuales no están destinadas. Las células germinales son células especiales que en un embrión en desarrollo se convierten en óvulos dentro de los ovarios de las mujeres o en espermatozoides dentro de los testículos de los hombres. Los tumores germinales pueden aparecer a cualquier edad y comúnmente en las siguientes partes del cuerpo: las gónadas (ovarios y testículos), la base de la columna vertebral (zona sacro-coxígea), el cerebro, el tórax, el abdomen y la pelvis.

Los tipos más comunes de tumores de células germinales son:

  • Teratomas: estos tumores son benignos pero se pueden transformar en malignos. Los teratomas son el tipo más común de tumor de células germinales que se desarrollan en las zonas extragonadales (fuera de los ovarios o los testículos). Los teratomas se suelen tratar con cirugía porque no responden a la quimioterapia.
  • Germinomas: estos tumores malignos también reciben el nombre de disgerminomas cuando se encuentran en los ovarios o de seminomas cuando ocurren en los testículos. También pueden estar en la parte media del cerebro.
  • Tumor del saco vitelino: este tumor también es llamado como tumor del seno endodérmico. Estos tumores malignos se desarrollan más comúnmente en los ovarios, los testículos o el coxis.
  • Coriocarcinoma: este tumor maligno puede también desarrollarse en la placenta durante el embarazo y puede afectar tanto a la madre como al niño.
  • Carcinoma embrionario: estos tumores malignos pueden ser un componente de los tumores germinales después de la pubertad.

Síntomas

Los síntomas dependen de dónde se desarrolla el tumor. En etapas iniciales, puede no tener ningún síntoma, y a medida que crece, se puede manifestar con un abultamiento que se palpa o con otros síntomas donde ejerce presión, como obstrucción digestiva, estreñimiento o problemas para retener orina (si está en la pelvis), debilidad en las piernas (si se encuentra en la base de la columna) o anormalidad en formas o tamaños de los testículos.

Diagnóstico

El diagnóstico de los tumores de células germinales varía según el tipo de célula involucrada, por lo que se realizan diversos estudios. Generalmente se indican estudios de diagnóstico por imágenes que incluyen tomografías computadas, resonancias magnéticas, radiografías, ecografías y centellogramas, para determinar la posición exacta y el tamaño de los tumores así como establecer si se extendió a otras partes del cuerpo. Seguidamente, suelen indicarse biopsias para analizar en el laboratorio, arribar al diagnóstico certero y prescribir el tratamiento adecuado. Algunos tumores de células marginales pueden ser diagnosticados con un marcador tumoral evitando la biopsia.

Tratamiento

El tratamiento será determinado por las características del tumor en cuanto a la ubicación, el tamaño, la profundidad dentro del órgano y si ha hecho metástasis. También se tienen en cuenta la edad y salud general del niño y las decisiones del equipo médico.

Puede incluir (solo o en combinación):

  • Cirugía: indicada en caso de tumores benignos y/o para extraer el tumor maligno en su totalidad. Cuando se origina en la gónada (ovario/testículo) es necesario también la extracción del órgano afectado.
  • Quimioterapia: si el tumor no pudo ser extirpado en su totalidad o ha hecho metástasis se combina con la cirugía. Este tipo de tumores es muy sensible a la quimioterapia.
  • Radioterapia: no suele ser tan necesaria en este tipo de tumores, salvo que se encuentre en el cerebro.
  • Rescate de células madre: este tratamiento puede indicarse para la enfermedad recaída o refractaria al tratamiento de primera línea pero siempre y cuando demuestre quimiosensibilidad. Se utiliza para administrar dosis altas de quimioterapia para destruir células cancerosas. Durante el tratamiento del cáncer, también se destruyen las células sanas, incluso las células formadoras de sangre. El trasplante de células madre es un tratamiento para reemplazar estas células formadoras de sangre. Las células madre (glóbulos sanguíneos inmaduros) se extraen de la sangre o la médula ósea del paciente o de un donante, se congelan y almacenan. Después de que el paciente termina la quimioterapia, las células madre almacenadas se descongelan y se devuelven al paciente mediante una infusión. Estas células madre reinfundidas se convierten en células sanguíneas del cuerpo que restauran las células destruidas.
  • Reemplazo hormonal: si por efecto del tratamiento la función gonadal o hipofisaria hormonal quedó afectada, es necesario establecer un tratamiento de reemplazo.