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Radioterapia

La radioterapia es el tratamiento que se realiza a través de altas dosis de radiación de rayos X, protones y otros, que se aplica en la zona afectada, en diferentes momentos y situaciones, dependiendo del tipo de cáncer. A veces se utiliza para reducir el tamaño de un tumor antes de poder extirparlo y otras veces, después de una cirugía para eliminar células enfermas que hayan quedado. En otras ocasiones se aplica como único tratamiento posible o combinado con quimioterapia

Cuando no es posible destruir el cáncer por completo, los médicos pueden utilizar radioterapia para reducir el tamaño y la presión que ejercen los tumores, y así poder aliviar los síntomas y el dolor, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de una persona.

Los dos tipos de radioterapia más utilizados son:

El tipo más común de radioterapia es la que administra la radiación desde una máquina llamada acelerador lineal, crea el haz de radiación por rayos X o fotones. Un programa informático especial ajusta el tamaño y la forma del haz, lo que permite dirigirlo de modo tal que apunte al tumor sin tocar demasiado el tejido sano cercano a las células cancerosas. 

El otro tipo es la Radioterapia conformacional tridimensional (3D-CRT), que consiste en generar imágenes tridimensionales detalladas del cáncer, generalmente mediante tomografía computarizada o por resonancia magnética, que se utiliza para apuntar la radioterapia con mayor precisión que la radioterapia convencional. A menudo, esto significa que pueden usar dosis más altas de radioterapia de forma segura, y al mismo tiempo reducir el daño al tejido sano, disminuyendo el riesgo de efectos secundarios. Generalmente se usa para el cáncer de cabeza y cuello, acompañándose de soportes anatómicos o máscaras hechas de malla de plástico, con el fin de ayudar a las personas a permanecer inmóviles durante las sesiones. 

Para ambas radioterapias, el  protocolo indica, por lo general, una cantidad de sesiones administradas durante un período determinado. Habitualmente, las personas reciben sesiones de tratamiento 5 veces por semana, de lunes a viernes. Este cronograma puede abarcar de 3 a 9 semanas. Cada sesión es rápida e indolora, y dura alrededor de 15 minutos. Aunque el paciente no se vuelve radioactivo, la radiación sí permanece en la sala de tratamiento, por lo que debe permanecer solo. En niños muy pequeños, pueden utilizarse sedaciones para que permanezcan quietos.