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Enfrentando los desafíos

Al iniciar el tratamiento, la familia se enfrentará a muchos desafíos. Estos pueden ser emocionales, económicos o prácticos. Hay mucho por hacer y poco tiempo para pensar y organizarse. Hay tareas que no pueden esperar y el equipo de salud y las organizaciones de ayuda pueden brindar información y apoyo para que puedan realizarse efectivamente. 

Conocer algunos de los desafíos que pueden surgir durante el tratamiento de antemano, puede ayudar a anticipar posibles dificultades. 

Organizar la rutina en casa:

Si es posible, es importante que otros adultos, familiares o amigos, ayuden con el cuidado de los otros hijos y colaboren con las tareas del hogar. También pueden cooperar con la realización de algunos trámites. 

Mantener la vida familiar lo más estable posible:

A pesar de que el tratamiento demandará cambios en la vida familiar, es importante intentar mantener ciertas rutinas que ayudarán al niño y a la familia, por ejemplo, que el niño pueda seguir jugando y escolarizándose o que los hermanos puedan seguir realizando sus actividades diarias.

Focalizar en lo importante:

Frente a tantas situaciones nuevas y complejas es posible que a los padres les resulte difícil priorizar qué es lo importante sobre aquello que puede esperar. Toda su atención debe estar puesta en que su hijo enfermo haga el tratamiento de acuerdo a lo que indicó el oncólogo, sin demoras innecesarias. 

Tomar decisiones/ hacer trámites:

Los médicos pedirán que los padres tomen decisiones o realicen trámites (medicación, traslados, escuela, etc.) y éstos deben hacerse de inmediato. Frente a la cantidad de problemas que los padres tienen, los pedidos del médico no pueden esperar porque una parte muy importante del éxito del tratamiento es hacerlo sin demoras. 

Cumplir con las pautas de la institución donde realiza el tratamiento:

Cuando el niño está internado, se deberán cumplir ciertas normas que pueden generar malestar, por ejemplo, respetar los horarios de visita, la cantidad de acompañantes que pueden permanecer junto al niño o cumplir con la dieta. Se debe tener en cuenta que esto es para el mejor cuidado del niño y es válido solicitar al doctor o al enfermero que explique por qué son necesarias esas reglas.  

Cumplir con la asistencia a los controles:

Es fundamental asistir siempre a los controles médicos y realizar los estudios solicitados. Esto permite que los doctores evalúen cómo está el niño, cómo está respondiendo al tratamiento y cuáles son los mejores pasos a seguir. En algunas ocasiones, el niño y sus padres se sienten cansados de realizar este esfuerzo, en otras, tienen dificultad para llegar al centro médico. Si esto sucede, es importante que se comuniquen con el equipo médico y le expliquen lo que está ocurriendo, para poder derivar la situación al Servicio Social de la institución o con una organización de ayuda, que los orientará y apoyará para que solucionen los inconvenientes.

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